M. Carmen Sallés

¡Que todos puedan ver que os habéis educado en la casa de María Inmaculada!

jueves, 23 de septiembre de 2010

BIENVENIDOS

Desde hace días empezamos nuevo curso.
Para mi algo más especial de lo normal, porque pase lo que pase este año, bueno o malo, sé que el último día de curso acabaré llorando y vosotros sois los culpables. Os aventurais en el último año que sereis estudiantes concepcionistas, pero ¿que quiere eso decir?, ¿vais a dejar de ser concepcionistas? 
En mi propósito está que no sea así, es más, aunque querais dejar de serlo sería algo complicado, ya que vuestras raices son claramente concepcionistas.
Desde hace trece cursos habéis crecido en la casa de María Inmaculada, habéis sentido la llamada día a día de Jesús y de su madre, y no creo que os sea posible salir por esa puerta y olvidaros de todo.
Aunque ahora penseís que nos olvidareis, el día a día te plantea situaciones que te hacen descender a tus inicios, y cuando volvais a ellos encontrareís todos y cada uno de los valores que se os han inculcado. Es más, os animo a que los utiliceis fuera de estas paredes, porque estais hechos de un buen hierro y con el tiempo os convertireis en auténticas esculturas forjadas a mano, milímetro a milímetro, de una belleza insuperable.
Nos embarcamos en el último viaje y yo me subo en este barco con vosotros, para lo bueno y lo malo, para reir y llorar, para.... escuchar.
Contad conmigo