EN EL MISTERIO
La vida está llena de misterios; hay hechos y situaciones que nos hacen preguntar: ¿Por qué pasa esto? ¿Qué sentido tiene?
El hombre, un ser que se pregunta
Ante diversas circunstancias y acontecimientos, los hombres de todos los tiempos se han hecho preguntar como éstas:
- ¿Donde viene el mundo?
- ¿Quién ha creado todo esto?
- ¿Es posible la felicidad?
- ¿Donde estará la verdadera alegría?
- ¿Por qué nacemos?
- ¿Por qué existe el mal?
- ¿Qué sucederá después de la muerte?
- ¿Será posible un mundo sin guerras?
- ¿Por qué sufren tantos inocentes?
- ¿Por qué tenemos que morir?
- ¿Triunfará algún dia la justicia y la verdad?
- ¿Hay justicia en este mundo?
- ¿Por qué hay desgracias naturales en las que muere gente inocente?
¿Qué sentido tiene la vida?
A estas preguntas son muchas las respuestas que se han ido dando a lo largo de la historia hasta hoy:
- Es absurda y sin sentido
- No me planteo estas cosas. Quiero vivir a tope cada día y basta.
- Tengo bastantes cosas de qué ocuparme para pensar en eso.
- La vida es bonita y alegre.
- Me preocupo sólo del presente, de cada día.
- A pesar de todos los problemas, vale la pena vivir.
- Hoy no lo entiendo, quizá más adelante sí.
- Me lo planteo pero no encuentro respuesta.
- Dicen que lo entenderemos en el cielo.
Buscando algo más
El mundo de hoy nos ofrece muchas cosas para dar sentido a nuestra vida y ser felices. Pero muchas veces nos preguntamos: ¿Es suficiente todo eso? ¿No será necesario algo más?
Hacerse estas preguntas e intentar buscar una respuesta es, en definitiva, plantearse el tema de la dimensión religiosa del hombre, el tema de Dios.
¿Qué respuestas da con más frecuencia la gente? ¿Por qué? ¿Cuál es la tuya? ¿Por qué?